La capacidad auditiva de los bebés debe ser evaluada durante el primer mes de vida. Si durante este período se detecta algún tipo de problema auditivo, debe evaluarse por un especialista ante de los tres meses de vida. Si el especialista detecta finalmente un déficit auditivo, debe considerarse el uso de audífonos antes de los 6 meses de edad.
Para evaluar el problema auditivo de cada bebé, se realizan dos pruebas:
- Prueba de otoemisiones acústicas: se coloca una pequeña sonda en el oído que emite sonidos y mide el eco producido. En personas con una audición normal se produce este eco, pero en personas con problemas auditivos no.
- Prueba de respuesta auditiva del tallo cerebral: evalúa como responden el tallo cerebral y el cerebro al sonido. Durante esta prueba se colocan unos auriculares en el canal auditivo y unos electrodos en la frente y en las orejas. Se emiten sonidos a través de los auriculares y se evalúa la respuesta del cerebro a los mismos.
- Los audífonos: amplifican los sonidos. Los hay de diferentes formas, tamaños y con diversas tecnologías. Pueden usarse en distintos grados de pérdida auditiva.
- Los implantes cocleares: requieren cirugía. Se emplean cuando los audífonos no son suficientes y el grado de pérdida es mayor.
- Opciones orales/auditivas: combinan audición, lectura de labios y dispositivos como audífonos o implantes cocleares. Se llevan a cabo para el desarrollo del habla y de las habilidades auditivas.
- El lenguaje se signos: consta de signos manuales, movimientos corporales, expresiones faciales y gestos. Es utilizado por el niño y por su familia para comunicarse.
- Las opciones combinadas: usan ambas opciones anteriores.
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